ELIMINACIÓN DE VARICES

Las enfermedades vasculares son uno de los problemas estéticos más frecuentes y que más preocupan a las mujeres, que además pueden derivar en complicaciones a largo plazo.
Las arañas vasculares y las venas varicosas surgen debido al mal funcionamiento de las válvulas venosas; la sangre no puede vencer la fuerza de la gravedad y se acumula en las venas dilatándolas.

Existen algunos factores que favorecen la aparición de las venas varicosas, como permanecer mucho tiempo de pie, el sobrepeso, el sedentarismo, los trastornos hormonales, el uso de anticonceptivos o la herencia genética.

A diferencia de la esclerosis química, el láser es capaz de inducir en respuesta al daño térmico de la dermis dos proteínas encargadas de la reparación de los tejidos: Heat Shock Protein 70 (HSP 70) y Factor de Crecimiento Tisular 2 (GFT2). Estas sustancias provocan la puesta en marcha de fenómenos tisulares con reabsorción de los tejidos dañados. Es decir, la vena destruida se reabsorbe.

Con ellos se produce una reparación de la dermis más profunda y es menos probable la recanalización del vaso venoso, como sucede en la esclerosis química.

                                             
 

Hay que tener en cuenta que los láseres vasculares tienen como elemento ‘diana’ el pigmento rojo de la sangre, es decir, la hemoglobina contenida dentro de los glóbulos rojos, y que éstos al calentarse, producirán el daño térmico en la pared venosa induciendo su coagulación y posterior fibrosis.
De ahí el nombre de ‘fotoesclerosis’ (esclerosis inducida por luz). El láser Neodimio-Yag trata las lesiones vasculares y no afecta de forma alguna al tejido que rodea al vaso sanguíneo venoso dilatado: el haz láser pasa a través de la piel sin dañarla y coagula la sangre que rellena la vena. Con el tiempo, el coágulo es reabsorbido y la varíz desaparece.

Dependiendo del calibre, las venas varicosas se clasifican en telangiectasias o arañas vasculares, varices reticulares y varices tronculares. Es frecuente que coexistan en un mismo paciente varices de distinto calibre.

Además del problema estético, en muchas ocasiones producen malestar, cansancio, picor, calambres, pesadez de piernas o hinchazón. En casos severos, con el tiempo y sin tratamiento adecuado, pueden aparecer flebitis, úlceras cutáneas o incluso hemorragia externa antes pequeños roces (varicorragia). 

TRATAMIENTO

El objetivo del láser es la eliminación del vaso sanguíneo y para ello se vale del principio de fotocoagulación y fototermolísis a través de cada disparo, que va dirigiéndose siguiendo todo el trayecto del vaso a tratar. Es una técnica algo dolorosa, lo cual se evita parcialmente con la aplicación de anestésicos locales en forma de crema y de un sistema de refrigeración cutánea.

En caso de coexistencia de varices de diferente calibre, debemos tratar inicialmente las de mayor tamaño (que habitualmente originan después las ramificaciones más pequeñas).
Por norma general, el tratamiento puede empezarse un mes después de la exposición solar, cuando el color de la piel ha retornado a su normalidad, y no puede tomarse el sol hasta 1-2 semanas después de terminado.

En airklinic disponemos de la tecnología del Láser Neodimio-Yag de 1.064 nm, que ha demostrado ser ampliamente superior a otros láser existentes y a la luz pulsada (IPL), lo cual mejora los resultados terapéuticos en la eliminación de varices menores de 4-5 mm.

RESULTADO

El resultado de la laserterapia es a corto-medio plazo, cuando desaparece la inflamación y la luz de la vena tratada se fibrosa y se ocluye. Si la vena tratada se recanaliza y reaparece tras la sesión parcialmente, puede ser necesario un retoque varios meses después. Esto se debe habitualmente a que en muchas ocasiones está conectada a una red venosa subyacente y se necesita más intensidad de energía para su eliminación.
                                 

      Este tratamiento elimina las varices ya presentes, pero no previenen las causas que las originan, por lo que es posible que aparezcan otras nuevas; es por ello que se debe tratar de prevenir su aparición con medidas higiénico-dietéticas que le recomendará su médico estético.