Botox: tratamiento estrella

RADIANTE Y LUMINOSA

Estamos en primavera, la luz y el sol predominan con unos días más largos y claros y nos apetece tener un look fresco y descansado.

Es una buena temporada para mejorar en la piel ese aspecto deshidratado y apagado que nos ha dejado el frío invierno.

El tratamiento estrella para conseguir ese efecto de luminosidad en la cara y abrir la mirada es el botox.

¿Quién no ha oído hablar de él? Las inyecciones de Botox son utilizadas de forma segura y eficaz por neurólogos y oftalmólogos desde hace más de 10 años. Hay multitud de estudios clínicos en otros campos de la medicina con toxina botulínica como el tratamiento de migrañas, vejiga hiperactiva o tratamiento de la incontinencia tras lesiones medulares. Sin duda este tratamiento es uno de los procedimientos más seguros y sencillos de realizar en medicina estética y el que más pacientes fideliza por el resultado tan satisfactorio que les aporta al evitar la aparición de las inestéticas arrugas.

De hecho es uno de los tratamientos más demandado y a edades cada vez más tempranas.

La toxina se aplica con pequeñas inyecciones en zonas estratégicas del rostro para disminuir la fuerza excesiva de la contracción muscular que da lugar a la aparición de líneas de expresión, que en muchas pacientes es muy temprana, incluso desde los treinta años.

También conseguimos aumentar la acción de la musculatura elevadora facial y de esta forma se consigue un efecto «lifting» muy natural y favorecedor.

La toxina botulínica en el rango de edad de los 30/40 años da resultados excepcionales usando menores dosis que en edades más avanzadas debido a la ausencia de flacidez y a que aún la piel no está muy dañada por la repetida contracción muscular, ya que las líneas de expresión están menos marcadas.

De hecho, cuando empiezan a intuirse las primeras arrugas, sería el momento ideal para comenzar a someterse a un tratamiento con toxina botulínica, ya que así se consigue prevenir su aparición.

Sus detractores argumentan que deja sin expresión, pero la realidad es que con las técnicas actuales buscamos relajar y no paralizar la musculatura, y por eso los resultados son absolutamente naturales. Los tratamientos mal realizados hacen que determinadas personas no puedan gesticular en absoluto, dejándoles una cara ‘planchada’ y nada natural. Pero lo más común cuando el procedimiento lo realiza un médico experimentado, con perfecto conocimiento de la musculatura y mímica facial, es que nadie pueda reconocer que te has realizado el tratamiento, solo que tienes un aspecto inmejorable.

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