¿Qué es?

Gracias a la genética ya podemos realizar medicina estética personalizada, analizando los factores que influyen en el envejecimiento facial.

El envejecimiento de nuestra piel depende en un gran porcentaje de la información genética, llegando a ser responsable de hasta un 60% de su evolución. Decidimos realizar este test genético de envejecimiento facial, porque está basado en una prueba de ADN que nos permite individualizar y basar científicamente los tratamientos para mejorar el modo en que envejece la piel de cada paciente.

Esta prueba analiza los genes que intervienen en la respuesta de nuestra piel debido a los polimorfismos que poseemos y que nos caracterizan, los cuales influyen en factores como la elasticidad, la oxidación, la hidratación y el fotoenvejecimiento.

De este modo obtenemos las recomendaciones de principios activos cosméticos, alimentos y suplementos (nutracéuticos) adecuados para cada paciente teniendo en cuenta su tendencia evolutiva genéticamente impuesta, reforzando principalmente el tratamiento para paliar aquellos déficits en los factores que más influirán en que su envejecimiento facial sea acelerado.

Debe considerarse esta opción como un tratamiento preventivo antienvejecimiento innovador que nos permite, gracias a la genética, realizar una medicina estética personalizada elaborando tratamientos con cuidados y rutinas individualizadas para maximizar su eficacia.

¿En qué consiste?

Se trata de una prueba muy sencilla y no invasiva que se puede realizar en consulta frotando un hisopo por debajo de la lengua y en el interior de la mejilla. Tras enviarlo al laboratorio tendremos los resultados en aproximadamente 30 días.

Una vez tengamos los resultados, te ayudaremos a interpretarlos y diseñaremos una rutina de cuidados y tratamientos personalizados y adecuados para ti.

Antes y después

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Preguntas frecuentes

Se analiza la capacidad de tu organismo para producir colágeno así como alteraciones genéticas que aumenten su velocidad de degradación, tendencia a padecer daños epiteliales por el sol, respuesta inflamatoria de la misma (a tener en cuenta ante compuestos químicos o cosméticos), enzimas que influyen en el proceso de envejecimiento de la piel, producción adecuada de melanina que influye en la pigmentación de la piel, propensión genética al envejecimiento prematuro y la existencia de alteraciones que influyan en genes que afectan a la producción de antioxidantes.

Este test genético sirve para poder mejorar el proceso de envejecimiento basándose en un tratamiento preventivo individualizado. Gracias a sus resultados podremos instaurar una rutina de cuidados personalizada, optimizando al máximo sus resultados.

Es recomendable a partir de la segunda década de la vida, ya que cuanto antes se conozcan los factores que influirán en el envejecimiento, más fácil será prevenirlo.

Hay que tener en cuenta que el envejecimiento es un proceso natural que no se puede detener y que además en él, influyen más factores además de la genética. Sin embargo sí que es cierto que con sus resultados podremos decidir de forma certera cuáles son aquellos tratamientos más adecuados en cada caso concreto, para influir más en el proceso.

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