¿Qué es?

La medicina estética dirigida al sexo masculino contempla ciertas características peculiares que la diferencian de las tendencias para las mujeres. El hombre actual, moderno, demuestra cada vez más interés por su cuidado personal buscando soluciones específicas para tratar los signos del paso del tiempo en su rostro.

La imagen es importante, y los hombres cada vez lo tienen más claro apostando por cuidar su imagen y mantener un aspecto saludable, atractivo y rejuvenecido.

Se sabe que en los varones se muestran más precozmente los signos de envejecimiento en el tercio superior del rostro porque en general al ser su piel más firme y densa, la zona inferior presenta menos flacidez que en el sexo femenino.

Medicina estética masculina

En qué consiste

Las diferencias anatómicas y de los tejidos del hombre son tan diferentes a los de la mujer que condicionan la elección y la realización de técnicas específicas, y requieren una formación especializada en medicina estética masculina dentro de los tratamientos estéticos.

Sus arrugas son más profundas y marcadas, las ojeras son más pronunciadas, las bolsas son más grandes… En definitiva, su piel está más expuesta al daño ocasionado por los radicales libres y a la oxidación celular porque carecen de la protección antioxidante que le otorgan los estrógenos a las mujeres. Se suma a ello que, a partir de los treinta años, el nivel de testosterona comienza a descender y esto conlleva la ralentización de la síntesis de colágeno.  

La combinación de estos factores hace que los hombres tengan una piel gruesa, pero también con mayor propensión a sufrir acné, foliculitis, granos, puntos negros… en definitiva: una piel con más imperfecciones. 

En general los tratamientos masculinos van dirigidos a la potenciación de aquellos rasgos que caracterizan su anatomía facial: mayor proyección del ángulo mandibular y del mentón, marcación de arco cigomático (pómulos)… esto puede conseguirse con productos específicos y técnicas de aplicación que requieren un enfoque específico que potencie el atractivo masculino.

Antes y después

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Preguntas frecuentes

Los tratamientos de medicina estética masculina deben tener en cuenta las características específicas de la piel del hombre. Podemos definir en cuatro puntos las características diferenciales de la piel del hombre frente a la de la mujer:

  • La piel del hombre es más gruesa y más rica en fibras de colágeno y elastina hasta la década de los 30. Tarda más en arrugarse, pero, cuando lo hace, aparecen líneas más profundas y marcadas.
  • Debido a su tasa de andrógenos, así como la  cantidad superior de glándulas sebáceas, presenta una mayor producción de grasa.
  • Posee una mayor eficiencia para mantener los niveles de hidratación en la piel, lo que implica más resistencia frente a factores ambientales.
  • Al verse agredida por el afeitado diario, sufre más irritaciones, sensibilidad y foliculitis.

Tratamientos para la regeneración y el implante capilar, tratamientos corporales para la definición de la silueta masculina y tratamientos de medicina estética masculina facial: masculinización del rostro, eliminación de cicatrices de acné, corrección de ojeras y neuromoduladores.

En el canon de belleza facial masculina, los resultados de los tratamientos estéticos persiguen los siguientes valores:

  • La nariz masculina es más ancha y recta, algo más larga que la femenina.
  • Las cejas masculinas son rectas, con una densidad pilosa superior a la de la mujer cuyas cejas suelen presentarse curvadas.
  • La frente del varón es más ancha que la de la mujer, cuya frente, más estrecha, es una característica típicamente femenina.
  • Los pómulos son marcados y angulosos en el caso del hombre. En el de la mujer, son suaves y redondeados.
  • La mandíbula del varón es uno de los factores que más refuerzan su masculinidad y atractivo. Por eso ha de ser más cuadrada y más ancha.
  • Los labios del varón tienen menos proyección que los de la mujer. 

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