La micropigmentación capilar o tricopigmentación es una especialidad poco invasiva que consiste en la implantación de pigmentos en la capa superficial de la piel del cuero cabelludo, con el objetivo de recrear el aspecto del pelo rapado en zonas de alopecia o de poca densidad.

Con esta técnica es posible imitar el “look” rapado en el cuero cabelludo, restaurar la línea frontal, corregir cicatrices y crear el efecto de aumento de densidad.

¿Cuál es la diferencia con un tatuaje?

En el tatuaje, el pigmento de deposita en la capa profunda de la dermis por lo que el resultado es permanente pero dista mucho estéticamente del aspecto natural que se consigue con la tricopigmentación. Adicionalmente, en el caso del tatuaje, el pigmento cambia de color con el tiempo ocasionando efectos antiestéticos indeseados.

Actualmente existe un gran número de pacientes que se han sometido a cirugías de trasplante capilar en años anteriores, con resultados pobres, o que debido a la evolución de su calvicie han resultado insuficientes y que por la presencia de importantes cicatrices no encuentran una solución adecuada para su problema. Es en estos casos donde la tricopigmentación capilar tiene especial utilidad, ya que permite ocultar la cicatríz y simular la presencia de folículos en zonas de alopecia.

¿Cuánto dura el resultado del tratamiento? 

Suele durar entre 1 a 3 años. Son necesarias entre 2-3 sesiones para completar el tratamiento y una vez al año revisión y mantenimiento para que el resultado se mantenga de manera óptima en el tiempo.

¿Es dolorosa la tricopigmentación?

Al tratarse de un tratamiento que se realiza a nivel muy superficial, la sensación no llega a ser dolorosa, aunque puede percibirse una ligera molestia. Según el caso, puede utilizarse anestesia local tópica.

Una de las ventajas de este método de camuflaje capilar es que puede combinarse con otras técnicas como el trasplante o injerto capilar para mejorar o potenciar los resultados en aquellos pacientes con insuficiente zona donante.