Lo último en rejuvenecimiento facial avanzado

 

La Voluminización Facial es una técnica mínimamente invasiva y sin cirugía que corrige todos los signos del paso de los años en el rostro, habitualmente en una sola sesión. Esto se consigue mediante la infiltración estratégica de ácido hialurónico de distintas densidades, que se ajustan a la necesidad de cada área facial según la anatomía y la pérdida de volumen de cada paciente.

Esta pérdida de volumen está relacionada con la reabsorción ósea y el desplazamiento de los compartimentos grasos de la cara. Al igual que padecemos de osteoporosis y pérdida de masa ósea con la edad en zonas como las caderas, también sucede lo mismo en zonas faciales como las órbitas, o el arco cigomático que da sustento a las mejillas. Todo esto permite que nuestro rostro ofrezca un aspecto de flacidez y de inversión del triángulo facial, marcando más aquellos surcos o pliegues que antes eran más suaves y por tanto dando un aspecto de envejecimiento facial. Se produce la caída de los pómulos y mejillas, la pérdida del óvalo facial y la caída de la grasa suborbicular, como consecuencia de la pérdida de volumen y el tono de los tejidos. Todo ello, recuperable con esta novedosa técnica.

 

 

 

Como médico especialista en Medicina Estética y ejerciendo continuamente una formación continuada, que es imprescindible para poder innovar en este campo y estar siempre ofreciendo a mis pacientes lo mejor y más actual, en airklinic aplico varias técnicas habitualmente siguiendo el enfoque de los 8 puntos del Dr. Mauricio De Maio, médico experto reconocido a nivel mundial por su experiencia en el rejuvenecimiento mediante materiales de relleno. El primer paso para la Voluminización Facial es un minucioso estudio del rostro y los cambios del envejecimiento propios de cada paciente. Se analizan todos los signos actuales de envejecimiento facial y los puntos con más pérdida de volumen en el rostro, por lo que la técnica debe ser realizada por un médico con los suficientes conocimientos en anatomía, forma, proporción y simetrías faciales para que los resultados sean los esperados.

 
 

 

Utilizo de forma habitual ácidos hialurónicos que emplea una nueva formulación, combinando bajo y alto peso molecular para poder mejorar la eficacia de los enlaces que entrecruzan entre sí sus cadenas aportando una alta resistencia, lo que permite obtener una durabilidad mayor y una eficacia excelente como relleno. Por tanto, el producto utilizado para mí sí es muy importante para aportar unos resultados naturales, que produzca la mínima inflamación y edema pero que garantice la máxima seguridad y durabilidad.

La técnica se puede complementar con una cantidad discreta de Botox, para suavizar las arrugas dinámicas.

El tratamiento tiene una duración aproximada de 1-1,5 horas y el paciente puede retomar su vida laboral y/o social al día siguiente.

Los resultados se mantienen aproximadamente 12-18 meses dependiendo de la variabilidad individual de cada paciente. Yo recomiendo acudir a revisión de forma anual para poder mantener la corrección de forma permanente ya que el ácido hialurónico como sabéis, es un material que se degrada y se reabsorbe con el tiempo. Esta revisión anual necesitará siempre una menor cantidad de material de relleno, por lo que disminuye el coste del tratamiento.

Os dejo algunos resultados para que veáis el gran cambio y mejora que aporta esta técnica. Fijaos que habitualmente esta técnica se usa para reponer volumen en pómulos y mejillas, mejorando también el surco nasogeniano: