Carboxiterapia: tu aliada estética
Hoy en día, la Carboxiterapia es uno de los mejores métodos para combatir la celulitis, la grasa localizada, la flacidez y estrías, y también el envejecimiento cutáneo, ayudando a redefinir y mejorar la apariencia de las arrugas en la cara, suavizándolas, y logrando un efecto muy rejuvenecedor, especialmente alrededor de los ojos y cuello.
La carboxiterapia consiste en microinyecciones de CO2 médico en la zona a tratar, mediante una finísima aguja conectada a un sistema que regula la velocidad del flujo. Este gas no representa ningún peligro, puesto que es el mismo que expulsa nuestro cuerpo a través de la respiración.
El principal efecto de la introducción del CO2 es una hiperdistensión del tejido subcutáneo, lo cual se puede evidenciar por un enfisema subcutáneo que se propaga sobre una pequeña área alrededor del punto de aplicación. A esto puede seguir la aparición de un eritema acompañado de una sensación de calor.
¿Cómo actúa la Carboxiterapia?
- Activa la circulación local mediante vasodilatación, mejorando el aporte de oxígeno y facilitando la eliminación de toxinas y líquidos.
- Altera la permeabilidad de las células grasas, facilitando su ruptura y liberación de contenido.
- Mejora la elasticidad de la piel, estimula la producción de colágeno y rejuvenece la dermis gracias a la presión de inyección.
Hay que tener en cuenta que el CO2 inyectado permanece en el organismo entre 24 y 30 horas, por lo que se recomienda espaciar las sesiones entre 2 y 3 veces por semana para permitir la recuperación natural del cuerpo.
Efectos secundarios localizados: ligero dolor, hematomas leves y una ligera sensación de ardor pasajera.
