La foliculitis es un proceso inflamatorio-infeccioso del folículoso piloso, y por lo tanto es una lesión propia de zonas con vello que se caracteriza por la presencia de eritema, pústulas y en casos crónicos, hiperqueratosis folicular y tapones de queratina.
Pueden estar causadas por hongos, bacterias y virus, y entre las bacterianas la más frecuente es la producida por el Staphylococcus Aureus. El pelo infectado suele caer y en su lugar queda una pústula.
A veces la foliculitis puede verse con más frecuencia en zonas donde el pelo es duro (p.e: barba) y tras crecer vuelve a introducirse en la piel (pelos encarnados) después del rasurado o depilación, produciendo una irritación e inflamación. En este caso no hay una verdadera infección, se trata de una pseudofoliculitis.
Aunque hay varias maneras de mejorar esta afección e intentar evitarla, la única manera que de verdad es permanente y duradera es la depilación láser. Este tipo de tratamiento con luz destruye el folículo piloso, haciendo desaparecer automáticamente el vello de nuestra piel. Así, sin vello, no habrá irritaciones ni pelos enquistados que provoquen este molesto problema.
Si lo que ocurre es que ya hemos sufrido una infección lo que podemos hacer es:
– No depilar la zona que está afectada hasta que la inflamación no remita. Puede ser necesario consultar con un médico que le paute un tratamiento antibiótico que ayudará a resolver el cuadro.
– Lavar con frecuencia las toallas que usemos para el aseo personal.
– Evitar la sudoración intensa.
– No aplicar sobre la zona afectada ningún tipo de crema hidratante que pueda hacer que la piel no transpire adecuadamente.
– En cuanto la foliculitis esté resuelta realizar el tratamiento de depilación de la zona con láser alejandrita, de este modo se evitará que se repita el episodio en un futuro.
Espero que este pequeño post os haya servido para saber cómo evitar este molesto problema en zonas como ingles, axilas, etc…
Hasta pronto!!